Perdonadme si estas fechas me hacen estar más sensible,
puede que sea esa manera de poder juntar a toda la familia a pesar de la
distancia. Puede que sea por las luces, todo lleno de luces y las calles que ya
avisan que estamos cerca de algo especial. Que la ilusión está a la vuelta de
la esquina y detrás de ella, todo huele a pólvora de las pequeñas bengalitas, y
a turrón. Como huele a turrón. Y a chocolate caliente. O por la mera escusa del
muérdago, culpable de que se generen momentos espontáneos bajo los portales, o por
las indirectas con tal de conseguir a cambio una sonrisa.
Puede que el frío no ayude, pues hace sentir más
solos a los que están solos, o incluso hacer más juntos a los que están juntos. Pero algo tiene el jengibre, las bolas de navidad, las guirlandas y los
villancicos, que a pesar del frío, todo ello nos llega de una manera especial. Y
es que ese olor a inocencia y generosidad logra emocionar a cualquiera, es que
me encanta la manera a la que huele Madrid en estas fechas.
* Feliz Navidad queridos lectores, a todos vosotros, por hacer que este blog sea posible. A todos vosotros mil gracias.
2 comentarios:
Estoy completamente de acuerdo contigo, me encanta la Navidad, estas fechas... parece todo más mágico, ¿no crees?
En fin, un abrazo fuerte y feliz año nuevo:)
Espero que hayas pasado unas felices fiestas!
Saludos
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