Finjamos que nos conocemos muy bien, que el resto ya
puede venir solo. Así como que sepas cómo me gusta el café, ya sabes, doble de azúcar
y sin despedidas, y yo haré como que se todo lo que esconden tus ojos. Así de
primeras, te podría prometer besos que ningún radar pudiera detectar disparando
las emociones. Y al amanecer, la mejor de mis sonrisas, sin reírme de tu cara
de recién soñado, y sin que se noten nuestras ganas de que el reloj nos pille
bailando, dejándome llevarte y tú dejándote hacer. Y por fingir,
finjamos que me escuchas, aunque solo te apetezca morderme, mientras engaño a esos instintos caníbales que me dan paseando contigo por la ciudad. Y aquí estamos,
confesando de menos, y sintiendo de más. Y ya que hemos fingido bastante, seré solo
la chica de la cerveza, y tú ese que se acercó al oírme delirar. Que ya mañana me quejaré por guardarme las ganas de ti
mientras recuerde cada paso dado por Madrid. Ya dejaremos que Madrid nos vuelva
a encontrar, pues él es el único que sabe lo que llegamos a fingir y lo que no.
4 comentarios:
Por fingir, podríamos fingir todo. Ojalá en algunos momentos fingiéramos y no nos preocupáramos de la cruda realidad...
He echado un vistazo a todo tu blog y me parece muy interesante, así que te voy a seguir leyendo.
Ahora te planteo mi problema: Hace tiempo dejé de escribir por motivos personales y deje de utilizar bloger por lo cual mi blog se estancó. -Conoces alguna forma para que la gente vuelva a leerlo? Me gustaría seguir escribiendo, pero si no lo lee nadie, para que? Muchas gracias!
Fingir.. puede ser a veces tan sencillo.. Lo peor es cuando de golpe chocamos con la realidad, ¿no crees?
Me ha encantado la entrada:)
Un beso.
bonita :) como todas tus entradas hace rato que te leo,mucha suerte con tu blog! saludos, si estas de animo pasate por el mio http://noqierosernormalnuncajamaz.blogspot.com.ar/
Creo q tienes toda la razón
Publicar un comentario