Odio como eres capaz de hacerme única, y a la vez
tienes ese horrible poder de hacerme perder el equilibrio. Odio cuando tienes
ese azul “tequiero” y otras aparece ese tono tuyo “temoperdermeentrelostuyos”
y ya ni hablemos cuando surge ese azul “soytuyodenadiemásperodelmundoentero” . Egoísta
me llaman, llegue a pensar lo mismo, pero egoísta sería tenerte solo para mí.
Digamos que ese sentimiento no cambia cuando hablamos de tus manos. Esas que me
tocan como si de una de tus guitarras fuera, consiguiendo la perfecta mediodía
que nunca compusiste gracias a las yemas de tus dedos, mi piel y las seis
cuerdas de tu cama. Y es que odio esa manera tonta de odiarte, cuando lo único que
odio de ti, es esa forma que tengo de quererte por activa y por pasiva, en
vertical y horizontal, de cara y de cruz, de canto y del revés.
4 comentarios:
Ay, te comprendo tan bien... No hacía más que recordar mi situación al leerte.
Precioso, un beso.
Odiamos lo mucho que les queremos, y a le vez somos tan afortunados por saber querer.
Un saludo, un placer leerte nuevamente.
Me encanta como escribesss!!!! ������
Ciertooo muy ciertoooo
Publicar un comentario